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La Ley DREAM para nuestras comunidades rurales y nuestra nación

Summary: 
Del 2000 al 2006, cuando era gobernador de Iowa, aproximadamente 60 por ciento del aumento total de población en el estado se atribuyó directamente a la inmigración. Nuestra economía era muy próspera.

Nota del editor: Esta es la sexta en una serie de de publicaciones por altos funcionarios del gobierno sobre la importancia de la Ley DREAM. Lea lo publicado por Arne Duncan, secretario de Educación aquí, Hilda Solís, secretaria del Trabajo aquí, Gary Locke, secretario de Comercio aquí, Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional aquí, y el Dr. Clifford L. Stanley, subsecretario de Defensa para personal y preparación aquí.

Del 2000 al 2006, cuando era gobernador de Iowa, aproximadamente 60 por ciento del aumento total de población en el estado se atribuyó directamente a la inmigración. Nuestra economía era muy próspera. Los nuevos residentes aportaban a la economía local, pagaban impuestos, se hicieron miembros respetados y productivos en su comunidad, y ayudaron a hacer realidad una revitalización económica en el estado.

Para continuar ese progreso, establecí ‘centros de bienvenida’ para ayudar a las familias recién llegadas a establecerse, trabajar con escuelas locales e instituciones cívicas, y ofrecer programas de desarrollo de fuerza laboral y cursos de inglés. Y seleccionamos tres ‘ciudades modelo’ y les dimos los recursos para que pudieran recibir mejor a los inmigrantes.

Estoy orgulloso de este trabajo y creo que podemos hacer más para alentar y reconocer el impacto positivo de los inmigrantes legales en las comunidades. Pero ahora nuestra nación le está fallando a un grupo diferente de inmigrantes que debieron recibir la oportunidad de también tener un impacto positivo. 

Estos son los niños de inmigrantes indocumentados que no escogieron venir aquí, pero que crecieron en nuestras comunidades y se educaron en nuestras escuelas. Estos jóvenes deben ayudar a forjar la próxima generación de líderes, nuestros futuros médicos, maestros y científicos, pero su estatus legal les impide ir a la universidad o conseguir un buen empleo.

Para cosechar los frutos que le brindarán a nuestro país y tenderles la mano que con justicia merecen, el Congreso debe aprobar la Ley DREAM, que permite que los mejores y más brillantes jóvenes obtengan el estatus legal tras un riguroso proceso. Sólo los niños que llegaron antes de los 16 años, que se graduaron de la secundaria y completan dos años de universidad o prestan servicios en las Fuerzas Armadas, cumplirán con los requisitos para la Ley DREAM. La Cámara de Representantes aprobó la medida la semana pasada con un voto bipartidista que incluyó el apoyo de ocho republicanos. Ahora todos los ojos están sobre el Senado.

Nuestras comunidades rurales tienen mucho en juego con esta legislación, pues demasiadas están perdiendo población. Y muchas de las mejores mentes en la secundaria deciden aprovechar oportunidades lejos de casa.

Piensen en el mensaje que les podemos enviar a los niños de trabajadores agrícolas inmigrantes, si por ejemplo, los invitamos a ser activos y productivos ciudadanos en las comunidades rurales donde crecieron. Pueden convertirse en los futuros socios del Departamento de Agricultura y hacer la transición de campesinos a propietarios agrícolas que ayudan a alimentar a esta nación. Los valores que se aprenden en el Estados Unidos rural, la importancia del trabajo duro y la reciprocidad los llevarán a ser maestros, empresarios o prestar servicios en las Fuerzas Armadas de nuestra nación.

Debemos actuar ahora mismo. No podemos dejar esperando al Estados Unidos rural y el país. No debemos castigar a los niños y jóvenes por las decisiones de sus padres, porque nuestros valores y nuestros intereses nos dicen que no es lo correcto.

El gobierno del Presidente Obama seguirá luchando por una solución integral a la inmigración que incluya empleos agrícolas y una fuerza laboral estable para nuestras granjas y fincas. Pero mientras eso no suceda, la Ley DREAM encarna muchos de los mismos valores, que les da a las personas la oportunidad que merecen de trabajar arduamente, fortalecer nuestra economía y contribuir a nuestra gran nación.

Tom Vilsack es el secretario de Agricultura