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El Presidente presenta un presupuesto para que nuestros niños tengan éxito en el futuro

Summary: 
El avance del presupuesto por el Congreso en ocasiones puede parecer un proceso aburrido, tan repleto de detalles y negociaciones políticas que, al parecer, no vale la pena mantenerse al tanto. Pero el Presidente acudió al Parkville Middle School and Center for Technology en Baltimore para presentar su plan presupuestal, lo cual refleja el hecho que en las difíciles decisiones que enfrentamos como nación, el futuro de nuestros niños está en juego.

Nota del editor: Averigüe más sobre el presupuesto del Presidente en estas hojas informativas.

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El avance del presupuesto por el Congreso en ocasiones puede parecer un proceso aburrido, tan repleto de detalles y negociaciones políticas que, al parecer, no vale la pena mantenerse al tanto. Pero el Presidente acudió al Parkville Middle School and Center for Technology en Baltimore para presentar su plan presupuestal esta mañana, lo cual refleja el hecho que en las difíciles decisiones que enfrentamos como nación, el futuro de nuestros niños está en juego. Este es el motivo por el cual el presupuesto del Presidente controlaría el déficit, como también el motivo por que cual él respalda inversiones en educación, además de apoyar inversiones en la construcción de infraestructura del siglo XXI y la promoción de la innovación estadounidense; en resumidas cuentas, un presupuesto para ganarnos el futuro:

Y acabo de venir a Parkville hoy que estamos dando a conocer nuestro presupuesto, y lo estoy haciendo por un motivo. Pero antes de hacer eso, quiero agradecerle al director Buddy Parker, quien nos está enseñando todo, como también a Susan Yoder, la maestra de ciencias del octavo grado, cuyo salón acabamos de visitar.

En las últimas semanas, he recorrido el país hablando sobre lo que debemos hacer para ganarnos el futuro; hablando sobre la necesidad de invertir en innovación, para que la próxima gran idea se descubra aquí en Estados Unidos de Norteamérica. He hablado sobre la necesidad de invertir en el ferrocarril e Internet de alta velocidad, para que las empresas puedan transportar productos e información más rápido que nunca. Y esta semana, hablaré sobre la necesidad de invertir en educación –en lugares como Parkville– para que todo estadounidense esté preparado para competir con cualquier trabajador, en cualquier lugar del mundo.

Estas inversiones son un aspecto esencial del presupuesto que mi gobierno está presentando ante el Congreso, pues estoy convencido de que si construimos e innovamos y educamos más, además de esforzarnos más que el resto del mundo, los empleos e industrias de nuestros tiempos se establecerán en Estados Unidos. Nuestra gente prosperará, y nuestro país tendrá éxito.

Pero también estoy convencido de que la única manera de hacer estas inversiones en nuestro futuro es si nuestro gobierno comienza a gastar dentro de sus posibilidades, si comenzamos a asumir responsabilidad por nuestro déficit. Por eso, cuando tomé el juramento como Presidente, prometí reducir a la mitad el déficit para fines de mi primer periodo. El presupuesto que estoy proponiendo hoy cumple con esta promesa y nos lleva por buen camino para que para mitad de década, estemos pagando lo que gastemos. Hacemos esto, en parte, al eliminar el despilfarro y recortar cualquier gasto del que podemos prescindir.

Al comenzar yo… para comenzar, he propuesto el congelamiento del gasto nacional anual en los próximos cinco años. Este congelamiento reduciría el déficit en más de $400,000 millones en la próxima década, lo que haría que este tipo de gasto –el gasto nacional discrecional– represente el más bajo porcentaje de nuestra economía desde que Dwight Eisenhower era Presidente. Permítanme repetirlo. Debido a nuestro presupuesto, este porcentaje de gasto será el más bajo desde que Dwight Eisenhower era Presidente. Es el más bajo nivel de gasto en los últimos tres gobiernos y será más bajo de lo que era con Ronald Reagan.

Ahora bien, parte de lo que ahorraremos se deberá a que despilfarraremos menos y seremos más eficientes. Para mencionar un solo ejemplo, al eliminar 14,000 edificios de oficinas, muchas propiedades del gobierno que ya no necesitamos, podemos ahorrarles a los contribuyentes miles de millones de dólares. Y en lo que respecta a programas que sí necesitamos, estamos haciendo que sean más efectivos al exigir rendimiento de cuentas. En vez de gastar primero y hacer preguntas después, estamos recompensando a gente dentro y fuera del gobierno que produce resultados. Y para asegurarnos de que los intereses particulares no incluyan en las propuestas legislativas sus proyectos preferidos, he prometido vetar cualquier medida que contenga asignaciones para proyectos especiales.