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HOJA INFORMATIVA: Estrategia para enfrentar al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL)

LA CASA BLANCA

Oficina del Secretario de Prensa

PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA

11 de septiembre de 2014

HOJA INFORMATIVA: Estrategia para enfrentar al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL)

El Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) (ISIL por sus siglas en inglés) representa una clara amenaza para la gente de Irak, Siria y el resto de Oriente Medio, así como para las personas, aliados e intereses de Estados Unidos en la región. Si no lo controlamos, ISIL puede suponer una amenaza creciente que puede extenderse más allá de la región e incluso llegar al territorio de Estados Unidos.

Estados Unidos está haciendo frente a esta amenaza con fuerza y determinación. En las últimas semanas, hemos incrementado los recursos de inteligencia destinados a contrarrestar esta amenaza y enviado a personal de EE. UU. a la zona para evaluar la situación in situ. Hemos respondido con medidas inmediatas, entre las que cabe destacar los más de 150 bombardeos aéreos exitosos realizados en Irak, para proteger a los ciudadanos estadounidenses en dicho país y prevenir catástrofes humanitarias a gran escala. Estos ataques aéreos han protegido la seguridad de nuestro personal y nuestras instalaciones en Bagdad y Erbil, han matado a combatientes de ISIL, han destruido equipamiento de ISIL, han protegido la infraestructura civil esencial de Irak y han acabado con sendos asedios de una ciudad iraquí y de civiles atrapados en una montaña por parte de ISIL. Junto con docenas de aliados internacionales, hemos brindado respaldo crucial a las fuerzas armadas iraquíes para apoyarlas en su lucha contra ISIL. Nuestros bombardeos y nuestros esfuerzos de reabastecimiento han permitido que las fuerzas iraquíes puedan combatir contra ISIL en las zonas en conflicto, recuperar territorios clave y salvarles la vida a miles de personas inocentes.

Nuestro objetivo es claro: debilitar y en última instancia destruir a ISIL a través de una estrategia exhaustiva y sostenida de antiterrorismo, de forma que ya no sea una amenaza para Irak, la región, Estados Unidos y nuestros aliados. Para lograr este objetivo, nuestra estrategia estará apuntalada por una sólida coalición de aliados regionales e internacionales que están dispuestos a destinar recursos y determinación a este esfuerzo a largo plazo. Docenas de países ya están contribuyendo en Irak (desde apoyo humanitario hasta apoyo militar) y, en los próximos días y semanas, vamos a trabajar para fortalecer y ampliar la coalición.

En sintonía con nuestros aliados, Estados Unidos pondrá en práctica una estrategia integral para derrotar a ISIL e impedir que encuentren un territorio donde refugiarse. Esa estrategia emplea todos los elementos del poder nacional y comprende los siguientes elementos principales:

Respaldo de la gobernación efectiva de Irak: hemos dejado en claro que la toma de medidas adicionales por parte de Estados Unidos está condicionada a la formación de un gobierno de integración en Irak, ya que la derrota de ISIL solo puede provenir de un Irak unido y con un gobierno en Bagdad que esté respaldado por la mayoría de las comunidades iraquíes. El 8 de septiembre pasado fue investido formalmente un nuevo gobierno iraquí y apoyamos los esfuerzos realizados por dicho gobierno para gobernar de forma integradora y dar pasos concretos y significativos dirigidos a atender los reclamos y las necesidades legítimas de todos los iraquíes.

Impedir que ISIL encuentre un lugar para refugiarse: el gobierno iraquí está luchando contra ISIL en su propio territorio y será en última instancia quien vencerá a ISIL en Irak. Pero nuestros aliados iraquíes y regionales necesitan nuestro apoyo y nuestro potencial único para cercenar el avance de ISIL. El Presidente anunció que llevaremos a cabo una campaña sistemática de bombardeos aéreos contra estos terroristas. Trabajaremos en conjunto con el gobierno iraquí y ampliaremos nuestros esfuerzos más allá de proteger a nuestra propia gente y las misiones humanitarias para atacar las posiciones de ISIL cuando las fuerzas iraquíes pasen a la ofensiva. Asimismo, el Presidente también ha dejado claro que perseguiremos y acabaremos con los terroristas que amenazan a nuestro país, dondequiera que se encuentren. El Presidente no dudará en llevar a cabo acciones militares directas contra los terroristas de ISIL en Siria e Irak. Debilitaremos la cúpula de ISIL, su capacidad logística y operativa e impediremos que encuentre un santuario y recursos para planear, preparar y ejecutar sus ataques. En pocas palabras, ISIL no encontrará lugar alguno donde refugiarse.

Desarrollo de la capacidad de nuestros aliados: Desarrollaremos la aptitud y la capacidad de nuestros aliados en la región para mantener una campaña efectiva a largo plazo contra ISIL. El Presidente ha anunciado que enviará un contingente adicional de 475 miembros del personal militar a Irak para apoyar a las fuerzas armadas iraquíes y kurdas con entrenamiento, inteligencia y equipos. Además de proporcionarles armas, municiones y equipos, las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE. UU. (SOF, por sus siglas en inglés) entrenarán y brindarán asesoría a las fuerzas iraquíes y kurdas con el objeto de mejorar su habilidad para planear, capitanear y dirigir operaciones contra ISIL. Por otro lado, el nuevo gobierno iraquí ha solicitado ayuda para formar las unidades de la Guardia Nacional que van a ser reclutadas a nivel local y que tendrán la responsabilidad de proteger sus propias comunidades y consolidar el control de las áreas que se liberan del control de ISIL (este último es un paso que, junto a las reformas políticas que deberían haberse realizado hace años, pueden provocar una brecha entre ISIL y los sunitas que se han visto relegados por el gobierno central).

El Presidente también le pide al Congreso que proporcione autoridades y recursos para entrenar y equipar a los combatientes de la oposición siria en la Resolución continua que están debatiendo este período de trabajo, para que puedan defenderse a sí mismos y a sus vecindarios contra las incursiones de ISIL y, en última instancia, hacer retroceder a las fuerzas de ISIL y al régimen de Assad. Fortaleceremos a la oposición para balancear la lucha contra extremistas como ISIL, mientras buscamos la solución política necesaria para resolver la crisis de Siria de una vez por todas.

El crecimiento y la naturaleza evolutiva de la amenaza de ISIL pone de relieve la importancia del Fondo de Asociación Antiterrorista (Counterterrorism Partnerships Fund, CTPF). La solicitud de 5 mil millones de dólares para el CTPF nos permitiría entrenar, crear capacidad y facilitar apoyo a nuestros aliados en el frente de batalla para contrarrestar las amenazas terroristas compartidas, en la región y más allá. El CTPF incluye 500 millones de dólares para un programa del Departamento de Defensa para entrenar y equipar a la oposición siria como se ha descrito anteriormente, y mil millones de dólares para construir resiliencia en los estados vecinos a Siria, para garantizar que puedan seguir luchando contra las amenazas a su estabilidad interna y para apoyar a las comunidades que están albergando refugiados.

Mejorar la recolección de información sobre ISIL: continuar ganando más fidelidad en las capacidades, los planes y las intenciones de ISIL es fundamental para nuestra estrategia para degradar y finalmente destruir al grupo. El uso de Inteligencia, Vigilancia, Vuelos de reconocimiento y otros esfuerzos importantes reforzarán nuestra capacidad de entender esta amenaza, así como también compartir la información vital con nuestros iraquíes y otros aliados en la región para permitirles responder a ISIL con eficacia.

Desbaratar las finanzas de ISIL: la expansión de ISIL en los últimos años le ha dado acceso a importantes y diversas fuentes de financiamiento. La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que se aprobó por unanimidad en agosto demostró el amplio consenso internacional para desbaratar las finanzas de ISIL. Ya estamos trabajando agresivamente con nuestros aliados en un enfoque coordinado que incluye: reducir los ingresos de ISIL del petróleo y de los activos que ha saqueado; limitar la habilidad de ISIL para extorsionar a las poblaciones locales; frenar las ganancias de ISIL derivadas de los secuestros para obtener rescate; e interrumpir el flujo de donaciones externas al grupo. Nuestras leyes nacionales también nos proporcionan herramientas adicionales en este esfuerzo, lo que nos permite sancionar o castigar a los que financian las actividades de ISIL.

Exponer la verdadera naturaleza de ISIL: clérigos de todas partes del mundo se han manifestado en las últimas semanas para poner de relieve la hipocresía de ISIL. Estos condenaron la barbarie del grupo y criticaron su autoproclamado “califato”. Trabajaremos con nuestros aliados en todo el mundo musulmán para resaltar la hipocresía de ISIL y contrarrestar su falsa pretensión de estar actuando en nombre de la religión.

Detener el flujo de combatientes extranjeros: los combatientes terroristas extranjeros son el alma de ISIL y una amenaza a la seguridad global, ya que cuenta con ciudadanos de casi 80 países en sus filas. Más de 100 combatientes extranjeros de Estados Unidos han viajado o intentado viajar al área de conflicto. Estados Unidos convocará para el 24 de septiembre una reunión cumbre histórica del Consejo de Seguridad de la ONU, que se centrará en este tema.

Proteger la nación: seguiremos utilizando el sistema de justicia penal como una herramienta esencial en nuestra lucha contra el terrorismo. Las leyes penales federales nos proporcionan una base sólida para juzgar a aquellos que proporcionan apoyo material a ISIL o que conspiran junto con ISIL para planear atentados en nuestro país o en el extranjero. Con respecto a la seguridad de los viajes aéreos, trabajaremos con las compañías aéreas para aplicar requisitos de seguridad e inspección responsables según la amenaza, y se proporcionará una inspección adicional a quienes se sospechosa que están afiliados con ISIL. Por último, vamos a contrarrestar el extremismo violento aquí en nuestro país, mediante programas nacionales diseñados para prevenir el extremismo violento y la radicalización con el fin de intervenir a aquellos individuos que corren riesgo de radicalizarse antes de que tomen el camino de la violencia y decidan viajar al extranjero, hacia Siria e Irak, para unirse ISIL.

Proporcionar apoyo humanitario: nosotros y nuestros aliados seguiremos proporcionando asistencia humanitaria a las personas desplazadas y vulnerables en Irak y Siria. Asimismo, seguiremos trabajando con los gobiernos de los países que albergan a los refugiados para mitigar los efectos humanitarios y económicos de los conflictos en los países vecinos, al reconocer que la crisis de los refugiados es un llamado a nuestra humanidad común y presenta un reto importante para la estabilidad de la región. Mientras que ISIL pretenda destruir la diversidad de los territorios a los que aterroriza, continuaremos trabajando para ayudar a prevenir las atrocidades en masa, particularmente contra las minorías religiosas y étnicas vulnerables.

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