Durante el Mes Nacional de la Herencia Hispana, reconocemos que la herencia hispana es patrimonio estadounidense.  La vemos en todos los aspectos de nuestra vida nacional: en nuestras pantallas de televisión y cine, en la música que mueve nuestros pies y en los alimentos que disfrutamos.  Nos beneficiamos de las numerosas contribuciones de los científicos hispanos que trabajan en los laboratorios de todo el país para ayudarnos a luchar contra el COVID-19 y de los médicos y las enfermeras y enfermeros que están en primera línea en el cuidado de la salud de la gente.  Nuestra nación está representada por los diplomáticos hispanos que comparten nuestros valores en países de todo el mundo, y es fortalecida por el servicio y sacrificio que los militares y sus familias brindan a los Estados Unidos.  Los funcionarios hispanos electos representan a nuestras comunidades, y maestros hispanos educan a nuestros niños.  Nuestro futuro será moldeado por ingenieros hispanos que trabajan para desarrollar nuevas tecnologías que nos ayudarán a alcanzar un futuro de energía limpia y por los trabajadores sindicalizados calificados que van a construirlo.

El Mes Nacional de la Herencia Hispana es un importante recordatorio de la fuerza que extraemos como nación de nuestras raíces inmigrantes y de nuestros valores como nación de inmigrantes.  Me enorgullece reconocer a los cuatro secretarios hispanos de mi gabinete –el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra; el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el secretario de Educación, Miguel Cardona; y la administradora de Pequeñas Empresas, Isabel Guzmán– quienes dirigen departamentos federales que supervisan componentes esenciales de la vida estadounidense.  Mi Administración está enfocada en hacer que la equidad sea una prioridad y en asegurar que los hispanos ocupen el primer plano de nuestros esfuerzos para mejorar la vida de las familias trabajadoras en todo el país.

En este Mes Nacional de la Herencia Hispana, también reconocemos que Estados Unidos no puede tener éxito a menos que las familias y comunidades hispanas tengan éxito y participen de forma equitativa en los beneficios de nuestra reconstrucción y nuestras inversiones.  Mi Plan de Rescate Económico proporcionó un apoyo muy necesario a la comunidad hispana durante la pandemia.  Los fondos adicionales del Programa de Protección de Pago para las pequeñas empresas y la asistencia para alquileres han ayudado a las familias a permanecer en sus hogares, y el Crédito Tributario por Hijos ha ayudado a sacar de la pobreza a los niños hispanos.

La clave para una mejor reconstrucción es garantizar que las comunidades hispanas también se beneficien de las inversiones en carreteras, agua potable y banda ancha, así como del acceso a la educación temprana y otros recursos que apoyan a las familias trabajadoras y mejoran el rendimiento escolar.  También debemos seguir luchando para proteger el sagrado derecho al voto y establecer un camino a la ciudadanía para los hispanos indocumentados –en particular los Dreamers, los titulares del Estatus de Protección Temporal, los trabajadores agrícolas y los trabajadores esenciales– a través de la tan necesaria reforma migratoria.  El establecimiento de un camino para obtener la ciudadanía es una prioridad para mi administración, no sólo porque esto beneficia a la economía de nuestra nación, sino también porque es lo correcto.

Mientras honramos y celebramos las contribuciones de los hispanos a nuestra nación, también reafirmamos nuestro compromiso de extender la mano de la amistad a América Latina y fortalecer la democracia en la región.  Mi Administración ha enviado más de 5 millones de dosis de la vacuna contra COVID-19 a México, y hay millones de dosis adicionales en camino.  Hemos donado más de 33 millones de dosis de vacunas a otros 21 países de América Latina.  Esto incluyó las primeras dosis de la vacuna que llegaron a Haití, entregadas por la Guardia Costera de los Estados Unidos para proteger a los socorristas y al personal de salud.

En reconocimiento a los logros de los hispanos, el Congreso, mediante la Ley Pública 100-402, y sus modificaciones, ha autorizado y solicitado al presidente que emita anualmente una proclamación designando del 15 de septiembre al 15 de octubre el “Mes Nacional de la Herencia Hispana”.

AHORA, POR LO TANTO, YO, JOSEPH R. BIDEN JR. presidente de los Estados Unidos, en virtud de la autoridad que me confieren la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, proclamo el 15 de septiembre hasta el 15 de octubre de 2021 como el Mes Nacional de la Herencia Hispana.  Exhorto a los funcionarios públicos, educadores, bibliotecarios y a todos los estadounidenses a observar este mes con ceremonias, actividades y programas apropiados.

EN FE DE LO CUAL, firmo la presente este decimocuarto día de septiembre del año de Nuestro Señor dos mil veintiuno, y ducentésimo cuadragésimo sexto de la Independencia de los Estados Unidos.

JOSEPH R. BIDEN JR.

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