This is historical material “frozen in time”. The website is no longer updated and links to external websites and some internal pages may not work.

Search form

The White House

MENSAJE SEMANAL: Los Estados Unidos Puede Lograr lo que se Proponga

WASHINGTON, DC – En su mensaje seminal, el Presidente destacó el increíble progreso que se ha logrado en la industria automotriz estadounidense. Hace tan sólo siete años, la industria estaba al borde del colapso, con fábricas cerrando y cientos de miles de trabajadores siendo despedidos. El Presidente tomó una decisión en sus primeros meses de mandato de apostársela por los trabajadores y la manufactura estadounidense, implementando una estrategia para recuperar la industria automotriz estadounidense. Desde entonces, el desempleo del área de Detroit se ha reducido por más de la mitad, y los fabricantes de automóviles han añadido más de 640,000 empleos nuevos. El 20 de enero, el Presidente viajara al Show de Automóviles de Detroit para ver este progreso personalmente. Debido a que la historia de la industria automotriz es una ilustración adecuada de todo lo que los Estados Unidos ha logrado en los últimos siete años, y todo lo que es capaz de hacer.

El audio y el video de este mensaje estarán disponibles en http://obamawhitehouse.archives.gov a las 6:00 a.m. ET, el 9 de enero del 2016.

Mensaje del Presidente Barack Obama

Mensaje Semanal

La Casa Blanca

9 de enero del 2016

Hola a todos. Hace siete años, la industria automovilística estadounidense estaba al borde del colapso. Las fábricas estaban cerrando. Cientos de miles de trabajadores estaban siendo despedidos de los puestos de trabajo que habían sido su billete de acceso a una vida de clase media. Y a medida que el sufrimiento se extendía por todo el país, otro millón de estadounidenses perdieron sus puestos de trabajo en medio de la peor crisis económica de nuestras vidas.

Algunos dijeron que era demasiado tarde para cambiar las cosas. Pero me negué a darles la espalda a tantos trabajadores que había conocido. En lugar de ello, aposté por los trabajadores estadounidenses. Aposté por la industria estadounidense. A cambio de la ayuda, exigimos responsabilidad. Dijimos a la industria del automóvil que tendría que cambiar de verdad, no solo aparentarlo. Teníamos trabajadores y la capacidad para resolver sus diferencias. Teníamos la industria para rediseñar y reestructurar. Todo el mundo tenía algo puesto de su parte en el proceso.

Nuestro plan no fue popular. Las críticas dijeron que era una “vía hacia el socialismo” o un “desastre” anunciado. Pero volvería a hacer esa apuesta otra vez cualquier día de la semana. Porque hoy, la industria automovilística estadounidense se ha recuperado. Desde que nuestro plan entró en vigor, nuestros fabricantes de automóviles han incorporado más de 640,000 nuevos puestos de trabajo. Hemos reducido la tasa de desempleo del área de Detroit en más de la mitad. Los tres grandes fabricantes de automóviles están aumentando los salarios. Hace siete años, las ventas de automóviles descendieron a su mínimo en 27 años. El año pasado alcanzaron su máximo histórico.

A finales de este mes, voy a visitar el Auto Show de Detroit para constatar este progreso de primera mano. Porque creo que todos los estadounidenses deberían estar orgullosos de lo que ha conseguido nuestra industria más emblemática.

No es único lo que ha hecho Estados Unidos en estos últimos siete años. Nuestras empresas se encuentran ahora en el mes número 70 de creación consecutiva de empleo, con más de 14 millones de nuevos puestos de trabajo en total. Hemos modernizado nuestras escuelas y la forma en que pagamos la universidad. Hemos hecho inversiones históricas en energía limpia y nos hemos encaminado a un futuro con bajas emisiones de carbono. Hemos incluido a más de 17 millones de estadounidenses en nuestro sistema de salud, hemos visto descender los precios de atención médica hasta su nivel más bajo en cincuenta años, y por primera vez damos cobertura a más del 90 por ciento de nuestra población. En este proceso, incluso hemos reducido nuestro déficit en casi un 75 por ciento.

Estados Unidos puede hacer cualquier cosa. Incluso en tiempos de grandes cambios y desafíos, nuestro futuro depende totalmente de nosotros. En ello pensaba mientras escribía mi discurso final sobre el Estado de la Unión. Y la noche del martes voy a hablar de las decisiones que tenemos que tomar para encaminar firmemente a este país con un rumbo incluso mejor para las próximas décadas.

Gracias y que pasen un buen fin de semana.