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The White House
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MENSAJE SEMANAL: Recordando a Nuestros Héroes Caídos

WASHINGTON, DC ---  En su mensaje semanal, el Presidente Obama reflejo solemnemente sobre el significado del Día de los Caídos y reconoció los sacrificios hechos por los soldados estadounidenses que nunca volvieron a casa. Aunque el Presidente enfatizó que los ciudadanos deben agradecer a las tropas de servicio activo y a los veteranos todos los días del año, hizo hincapié en que el Día de los Caídos se reserva para recordar a los hombres y mujeres que dieron su vida en defensa de la nación. Además de reflexionar sobre la deuda impagable  a los miembros de las fuerzas armadas caídas, los estadounidenses deberían hacer un esfuerzo para ofrecer apoyo a las familias de sus compatriotas que han dado todo. Bien sea emplear a un un veterano, tender la mano a un miembro de familia en duelo, o simplemente hacer una pausa de silencio en agradecimiento, el Presidente quiere que el país se una a él en un acto de recordatorio durante el fin de semana del Día de los Caídos.

El audio y el video de este mensaje estarán disponibles en http://obamawhitehouse.archives.gov  a las 6:00 a.m. ET, el 28 de mayo del 2016.

Comentarios del Presidente Barack Obama

Mensaje semanal

La Casa Blanca

28 de mayo de 2016

Hola a todos. En este momento, hay tropas estadounidenses que sirven en situaciones de peligro y de centinelas permanentes en todo el mundo. Hay veteranos que han servido honorablemente en tiempos de guerra y paz, y muchas veces regresan a casa con las heridas visibles e invisibles de la guerra. Pueden no que no hablen de su patriotismo: dejan que sus acciones lo hagan. Y el momento adecuado para pensar en estos hombres y mujeres, y darles las gracias por su servicio y sacrificio, es todos los días del año.

El Día de los Caídos, el cual observaremos el lunes, es diferente. Es el día en que recordamos a aquellos que nunca consiguieron regresar a su casa; aquellos que nunca tuvieron la oportunidad de quitarse el uniforme y ser condecorados como veteranos. Es el día en que nos detenemos a reflexionar con gratitud sobre el sacrificio de las generaciones que nos hicieron más prósperos y libres, y pensar en los seres queridos que dejaron atrás.

Recordarlos -fundir sus historias y sus contribuciones en nuestra memoria colectiva- es una gran responsabilidad. Es una que todos compartimos como ciudadanos.

Como Comandante en Jefe, no tengo ninguna obligación más solemne que la de dirigir a nuestros hombres y mujeres en uniforme. Asegurándome de que tengan lo que necesitan para tener éxito. Asegurándome de que solo los enviamos al peligro cuando es absolutamente necesario. Y si hacen el máximo sacrificio -si dan su propia vida- tenemos que hacer algo más que honrar su memoria.

Tenemos que estar allí para sus familias. A través de los años, Michelle y yo hemos pasado momentos en silencio con las familias de los caídos -esposos y esposas, madres y padres, hijos e hijas. Han compartido su dolor, pero también su orgullo por los sacrificios que sus seres queridos han hecho bajo nuestra bandera orgullosa.

Depende de nosotros vivir nuestras vidas de una manera que sea digna de estos sacrificios.

La idea de apartar un Día de los Caídos cada año no fue de nuestro gobierno, fue de los ciudadanos comunes y corrientes que reconocieron que si bien no podemos construir un monumento por cada acto heroico de cada guerrero que perdemos en la batalla, podemos mantener sus recuerdos vivos mediante la adopción de un día de cada año para decorar los lugares donde están enterrados.

Eso es algo que muchos de nuestros conciudadanos estarán haciendo este fin de semana. Recordando. Recordando a los soldados, marinos, pilotos, marines y guardacostas que murieron en nuestra defensa. Recordando a los que continúan desaparecidos. Recordando que eran nuestros conciudadanos y feligreses, compañeros de clase e hijos, y la mayoría de las veces, lo mejor de nosotros.

Por eso, este fin de semana del Día de los Caídos, espero que se unan a mí en los actos de recuerdo. Pongan una flor o planten una bandera en el lugar de descanso final del héroe caído. Acérquense a una Familia de la Estrella de Oro en su comunidad, y escuchen la historia que tienen que contar. Envíen un paquete de provisiones a nuestras tropas en el extranjero, ofrézcanse como voluntarios para hacer que el día de un guerrero herido sea un poco más fácil o contraten a un veterano que esté listo y dispuesto a servir en casa tal como lo hicieron en el extranjero.

O sencillamente, hagan una pausa, tomen un momento y ofrezcan una oración en silencio o una palabra pública de agradecimiento.

La deuda que tenemos con nuestros héroes caídos es una que nunca se puede pagar realmente. Pero nuestra responsabilidad de recordar es algo que podemos cumplir todos los días del año.

Gracias. Que Dios ampare a nuestros héroes caídos y sus familias, y continúe bendiciendo a Estados Unidos de América.