Temporada de fiestas en la Casa Blanca

Las campanas que adornan la entrada este de la Casa Blanca simbolizan el poder unificador y sanador de la música, dando la bienvenida a los invitados con melodías y canciones.

La naturaleza navideña y los cardenales rojos se alinean en las columnas y vigas del vestíbulo del ala este. Mucha gente cree que los cardenales rojos significan la presencia de seres queridos perdidos. La idea de “Nosotros, la gente” reconoce el profundo impacto de aquellos que nos precedieron.

Los primeros árboles de Navidad que aparecen en el recorrido por la Casa Blanca están adornados con estrellas doradas espejadas que tienen los nombres de los miembros caídos del servicio militar. Los árboles de estrellas doradas honran a los heroicos hombres y mujeres de las fuerzas armadas de nuestra nación que han dado su vida por nuestro país, a los desaparecidos en acción y a las familias que continúan con su legado.

Árboles de invierno, animales del bosque hechos a mano y faroles resplandecientes bordean el recorrido por el pórtico este, evocando los sentimientos de paz y tranquilidad después de la primera nevada.

La biblioteca celebra cómo las historias que compartimos nos acercan a las personas que amamos, al mundo que nos rodea y nuestra historia en desarrollo. Con una decoración inspirada en la literatura, la historia y la educación, la Biblioteca rinde homenaje a cómo las líneas en una página pueden encender nuestra imaginación, estimular el diálogo animado y recordarnos las conexiones que trascienden la cultura, la distancia e incluso el tiempo.

En exhibición en la biblioteca hay una copia de la Declaración de la Independencia, impresa alrededor de 1845. Este grabado fue donado a la Casa Blanca en 1985.

La decoración de salón Vermeil (plata dorada en francés) representa las diferentes formas en que mostramos aprecio por los demás y retribuimos a nuestras comunidades. Los actos de bondad más pequeños realmente importan.

El salón Vermeil está decorado con regalos envueltos en divertidos patrones de papel, carretes de cinta y regalos hechos en casa que esperan ser descubiertos en el porche de un vecino. Las ilustraciones de las mascotas de la familia Biden, Commander y Willow, hacen una aparición sorpresa en el salón Vermeil, recordándonos el regalo del amor incondicional. Las cajas de Operation Gratitude, una organización sin fines de lucro que entrega paquetes de atención a las tropas desplegadas, socorristas y familias de militares, se incorporan a las exhibiciones del salón, lo que significa la alegría y el significado que proviene de retribuir a quienes sirven a los demás.

Los elementos de diseño del salón de la porcelana están destinados a recordarnos las tradiciones familiares transmitidas de generación en generación, cocinas desbordantes con aroma a recetas familiares y mesas de comedor llenas de personas riendo. Envolviendo las ramas de los árboles de Navidad y las repisas de las chimeneas de la habitación hay guirnaldas de cucharas de madera, tazas para medir, palos de amasar y galletas que recuerdan a las delicias horneadas en la cocina de la abuela. En todo el salón hay tarjetas de recetas usadas, aportadas por los voluntarios de todo el país que ayudaron a decorar la Casa Blanca para las fiestas.

El salón de la porcelana, que fue formalizado por la Primera Dama Edith Wilson en 1917, alberga vajilla utilizada por familias presidenciales anteriores. Cada conjunto refleja a los presidentes y primeras damas que seleccionaron sus diseños y recuerda las Cenas de Estado y comidas de celebración que han reunido a líderes mundiales y diplomáticos.

Desde los Everglades hasta las Montañas Rocosas, desde el Desierto Pintado hasta los Grandes Lagos, nuestro país alberga maravillas naturales impresionantes, y nos pertenecen a todos. La decoración del salón Este refleja la comunión que encontramos en la naturaleza. Grupos de árboles nevados llenan los rincones de la habitación, con niños listos para jugar afuera. Como parte de las exhibiciones de la repisa de la chimenea, los visitantes ven representados cuatro Parques Nacionales icónicos de todo nuestro país: El Gran Cañón, el parque nacional de Yellowstone, las Grandes Montañas Humeantes y el parque nacional de Shenandoah.

Como el salón más grande de la Casa Blanca, el salón Este ha albergado recepciones públicas, ceremonias, firmas de proyectos de ley y otras ocasiones memorables. También presenta un retrato del presidente Theodore Roosevelt, quien ayudó a establecer 150 bosques nacionales, 51 reservas federales de aves, cuatro reservas de caza nacionales, cinco parques nacionales y 18 monumentos nacionales en más de 230 millones de acres de tierras públicas.

El pesebre napolitano, con más de 40 figurillas, la mayoría del siglo XVIII, se exhibe aquí como se ha exhibido durante cada temporada navideña desde 1967.

La música está entretejida en la armonía y la historia de nuestro país. El poder sanador y unificador de la música nos une en un movimiento y una melodía comunes. Inspirada en las obras maestras corales y los villancicos familiares que han definido las fiestas durante generaciones, la decoración presenta campanas, campanillas y cascabeles para señalar los sonidos y las canciones de la temporada.

En el salón Azul, las representaciones de las aves oficiales de los estados, territorios y el Distrito de Columbia adornan el Árbol de Navidad Oficial de la Casa Blanca, ilustrando la belleza y la fuerza que surge de la unidad. Los recortes de árboles individuales brillan por sí solos, pero entretejidos, esta colección unificada transforma un humilde árbol en un impresionante símbolo de “Nosotros, la gente”.

La pieza central de la temporada navideña, un árbol Concolor de 18.5 pies de Auburn, Pensilvania, se eleva del piso al techo y llena el salón oval. Cada año, el candelabro de la habitación se retira para acomodar la altura total del árbol de Navidad. El árbol de este año fue presentado por la familia Shealer de Evergreen Acres Christmas Tree Farm, el Gran Campeón de Productores de 2022 en el concurso anual de la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.

En momentos tanto de dolor como de alegría, la fe puede iluminar el camino a seguir. En el salón Rojo, las torres de velas y los vitrales resplandecientes reflejan el consuelo, la paz y la fortaleza que encontramos en la fe. A menudo, es en habitaciones tranquilas a la luz de las velas cuando podemos ver con mayor claridad y sentirnos más conectados con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Una tradición del salón Rojo desde 1975, los arándanos frescos son parte de la exhibición navideña del salón. Este año también se presentan las orquídeas, una de las flores favoritas de la Primera Dama.

Encarnada en la idea de Nosotros, la gente está la promesa de la próxima generación. En el Comedor del Estado, la decoración celebra la maravilla infantil que hace que las fiestas sean la época favorita del año para tantos. Los adornos de los árboles de Navidad fueron elaborados con autorretratos hechos por los estudiantes de los Maestros del Año 2021 de todo el país, lo que asegura que los niños se vean a sí mismos en la exhibición navideña de este año.

De la repisa de la chimenea cuelgan las medias tradicionales de la familia Biden para que Santa las llene en Nochebuena, siempre con una naranja en la punta (una tradición de la abuela de la Primera Dama).

Una de las favoritas de los niños de todas las edades es la Casa Blanca hecha en pan de jengibre oficial 2022, colocada en su posición de honor en la mesa del muelle del águila en el Comedor de Estado. Inspirada en el tema de este año de “Nosotros, la gente”, la exhibición también incluye una réplica hecha en galleta de azúcar del Salón de la Independencia en Filadelfia, el lugar de nacimiento de los Estados Unidos. Tanto la Declaración de Independencia como la Constitución se firmaron en Salón de la Independencia.

Una nueva incorporación a la colección de la Casa Blanca es una menorá creada por el Executive Residence Carpentry Shop. La menorá se construyó con madera que se retiró alrededor de 1950 durante una renovación de la era Truman y está ubicada en el Salón de la Cruz.

En el Grand Foyer y el Cross Hall de la Casa Blanca, las cintas de metal están inscritas con los nombres de los 57 estados, territorios y el Distrito de Columbia, y marcan el año en que cada uno ingresó a la Unión. Los adornos espejados y las superficies reflectantes aseguran que los visitantes puedan verse a sí mismos en la decoración, señalando que la fuerza de nuestro país, el Alma de nuestra Nación, proviene de “nosotros, la gente”.